29% requiere una intervención porque ya muestra deterioro.
Jarmon Noguera González | redaccion@cronica.cr
El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica (UCR), dio a conocer esta mañana el “informe bienal de Evaluación de la Red Vial Nacional Pavimentada”, según el cual la mayor parte de las carreteras está en condiciones aceptables.
Roy Barrantes, coordinador de la Unidad de Gestión y Evaluación de la Red Vial Nacional del Programa de Infraestructura del Transporte (PITRA), explicó que esencialmente tres los parámetros que se miden en este informe, la capacidad que tienen las carreteras de resistir las cargas de los vehículos, la irregularidad de la superficie y qué tan resbalosas son o no las carreteras.
En los dos primeros los resultados son bastante buenos, en lo que respecta a las condiciones estructurales el 92% de la red vial presenta buenas condiciones y solo un 3,5% tiene deflexiones de altas a muy altas, lo que quiere decir que están en malas condiciones.
Por otra parte en lo que tiene que ver con la condición funcional las cosas también son alentadoras, un poco menos del 10% presenta buenas condiciones, mientras que un 62% presenta condiciones moderadas, es decir que cerca del 72% está en condiciones adecuadas y solo un 29% presenta condiciones deficientes a muy deficientes, es decir que necesitan intervención urgente.
En el aspecto que parece que la Red Vial no está cumpliendo es en lo resbalosas que son ya que “solo un 20% de la longitud total de RVN evaluada para este parámetro (4 167 km) muestra resultados de Poco Deslizante; mientras que el restante 80% se encuentran en las categorías Deslizante a Muy Deslizante”, indicó Barrantes.
Y en momentos que está por ingresar la estación lluviosa, esto puede representar un peligro latente.
Con todo esto la principal conclusión a la que llega el Lanamme es que urge la necesidad de establecer un sistema eficiente y moderno de Gestión de Activos Viales que permita realizar las intervenciones a tiempo y mantener el estado óptimo de las carreteras y reconstruir a tiempo las que ya no se pueden solo restaurar.
