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  • Foto del escritorRedacción | Crónica, el Diario de la Gente

Vecina de Sarapiquí creó 10 platillos de palmito que son la sensación entre los turistas

El cantón de Sarapiquí es el principal lugar donde se produce este tallo.

Redacción | redaccion@cronica.cr


María Luz Jiménez se ganó el título de “La Reina del Palmito”, en Horquetas de Sarapiquí, porque prepara 10 platillos diferentes con este tallo que se ha convertido en toda una majestad en la zona. Su cuchara la prueban nacionales y extranjeros, quienes son testigos del porqué esta emprendedora de 58 años defiende muy bien ese noble apodo


¿Qué le parece un flan de palmito, o mejor unas chorreadas o por qué no un ceviche, y todo de palmito? Le cuento que aparte de probar todos estos platillos le ofrecen un tour donde hacen un recorrido en una plantación de palmito de 3.5 hectáreas.


Todo empezó como una venta de frutas y agua de pipa, pero después de 15 años creció y el lugar se convirtió en el Restaurante Palmitour, el cual es visitado por turistas nacionales y extranjeros quienes expresan su gusto por los platillos de esta pulseadora madre de tres hijas y una nieta.

EMPEZÓ EN UN RANCHITO

La microempresaria rural recuerda que los mismos choferes que pasaban con los turistas le sugirieron que les vendiera comida y fue así como aprovechó la materia prima que tenía cerca y montó el menú basado en palmito.


“Lo que más me empujó es que mis hijas salían del colegio y necesitaba más ingresos para mandarlas a la universidad y así empezó todo”, detalla María Luz, quien reconoce que es difícil porque a veces pasan meses y no llegan excursiones.


Palmitour también recibe a nacionales, por ello si desea más información comuníquese al 8880-4737 y ella le tiene listo una variedad de platillos con palmito para grupos pequeños o grandes.


El paquete para 10 personas incluye una entrada de ceviche de palmito, un refresco de frutas naturales de la zona, unos patacones con frijoles molidos y el plato fuerte es una lasaña con vegetales, unas frutas de postre y para cerrar el tour, un delicioso café con chorreadas de palmito. Todo esto incluyendo el recorrido de media hora en la finca por $35 dólares por persona.


La lasaña es el platillo más pedido en Palmitour, sin embargo, usted puede saborear picadillos, “quequitos”, cocteles, vinagreta, escabeche y ceviche.


“Hacemos un recorrido a los visitantes de media hora por las plantaciones, en el que se les explica todo el proceso de cultivo”, subrayó la microempresaria rural.


La temporada alta va de diciembre a abril, ahora empieza la época más difícil, aun así, su labor sigue todo el año para sacar adelante su negocio.


Dentro de las aspiraciones de esta emprendedora es construir unas cabinas para que los viajeros se hospeden y disfruten del recorrido sin preocupación.


Ahora cuentan con un salón más adecuado, donde los clientes disfrutan cómodamente la comida que ofrece, con la ayuda de una de sus hijas que estudió turismo y una vecina que le colabora cuando tienen pedidos grandes.


El local tiene espacio para más de 100 personas y asegura que cuando no le alcanza la gente dentro del local, saca sillas y toldos para que ningún turista se vaya sin probar sus platos de palmito.


Por ejemplo, dos turistas franceses Didier Raffin y Paulina Tizón, visitaron el restaurante recientemente y quedaron encantados con el tour y la comida que disfrutaron.


Ellos aseguran que llevaran muy buenas recomendaciones a familiares y amigos para que visiten el restaurante cuando vengan de paseo a Costa Rica.

BIEN TEMPRANO

Si usted debe pasar por Horquetas de Sarapiquí tome en cuenta que desde la 7 a.m. Palmitour ya tiene abierto para servirle un cafecito con una chorreada de palmito.


Doña María Luz supo sacar adelante el negocio a pesar de la pandemia, hubo días malos, pero de nuevo y con esperanza se está volviendo a levantar, subraya esta valiente guanacasteca que echó raíces en Sarapiquí donde lleva 42 años.


Con la venta de comidas María Luz sacó adelante a sus hijas de 39, 37 y 33 años y ahora está más orgullosa de su empeño, porque una de ellas es médica graduada en Cuba y vive en Argentina.


“Durante la pandemia la tarea no ha sido fácil, pero logró uno de sus sueños, hacer el local más grande”, destaca.

La historia de un palmitero

Hablamos con don Juan Rodríguez Castro, productor y cooperativista, es Presidente del Consejo de la Cooperativa Horquetas R.L, con más de 35 años cultivando palmito en el cantón de Sarapiquí. Según Rodríguez, la siembra de palmito inició entre los años 1980 al 1982 con la plantación de palmito en la finca Indaco de la empresa Jugos del Campo.


Durante los años 90’s hubo un auge, campesinos quitaron sus plantaciones y lecherías para dar campo al palmito, porque en ese entonces lo pagaban muy bien. No solo en Horquetas de Sarapiquí, donde históricamente se ha sembrado más hectáreas de en Sarapiquí, sino también en Siquirres, Upala, Pérez Zeledón y Pococí.


Juan Rodríguez contó que para el año 2000, Ecuador empezó la siembra de palmito, con costos mucho más bajos que en Costa Rica. Esto provocó la crisis del palmito en el país, miles de hectáreas se perdieron, los precios cayeron al punto que hasta se regalaba el palmito al mejor postor.


Éste agricultor señaló que para el presente año la esperanza de venta es alta, porque ahora el palmito da una expectativa más allá de solo el envasado. Existe un valor agregado, con empresas que están exportando enlatados de arroz de palmito, lasaña de palmito, puré de palmito, entre otras presentaciones.


El palmito es la parte más tierna del tallo de algunas palmeras, entre ellas la del pejibaye, y según Arturo Olaso del Ministerio de Agricultura (MAG) y Ganadería es considerado como un alimento exótico, de agradable sabor y color, con cualidades culinarias, por lo que es considerado como un producto tipo gourmet en la cocina francesa.


El palmito se exporta principalmente a Estados Unidos, Canadá, Bélgica, España y Francia. Es un producto noble, sin gluten y amigable con el ambiente.

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