Discriminación, inseguridad y salud, son los principales problemas.
Jarmon Noguera González | redaccion@cronica.cr
El 2023 no fue un buen año para los Derechos Humanos en el país, por el contrario se dieron retrocesos en algunas materias y por eso ahora son un reto para el país retomar el rumbo correcto.
Al menos eso es lo que indica la Defensoría de los Habitantes, tras realizar una valoración respecto a las atenciones que debieron de dar durante los 12 meses del año que está por terminar.
Dentro de los temas que deben de llamar la atención de las autoridades y de la sociedad son la protección de la niñez y la adolescencia, las personas adultas mayores, las personas con discapacidad, las personas migrantes que transitan en la región hacia el Norte del continente, las mujeres víctimas de violencia de género, las personas en condición de calle, los pueblos indígenas, las poblaciones afrodescendientes, las poblaciones en condición de pobreza, entre otras.
Todas ellas han enfrentado problemas con derechos fundamentales y el Estado Costarricense debe de tomar cartas en el asunto para poder solventar las situaciones, especialmente en las que ya había avances.
También la salud debe ser una preocupación, ya que las listas de espera son un dolor de cabeza y se deben de buscar soluciones para solventar las necesidades de infraestructura hospitalaria y de primer nivel de atención, dotación de recurso humano especializado, medicamentos, fortalecimiento del régimen de pensiones y abordaje integral de situaciones relacionadas con la atención de la salud mental.
La educación, sin lugar a dudas, estuvo en la mira durante este año y se debe asegurarse el financiamiento otorgado por la Constitución Política a este sector, así como ampliarse la cobertura del bilingüismo, la educación técnica, la ampliación de los centros educativos que imparten el currículum educativo completo y avanzar en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible N°4 en relación con la calidad de la educación-
Y probablemente el más preocupante de todos es la inseguridad que se vive en el país, marcada sobre todo por los más de 900 asesinatos con los que cerrará este 2023, el más violento de la historia.
“Para el año 2024, la Defensoría de los Habitantes se mantendrá vigilante y realizará las intervenciones que considere oportunas, para la defensa de los derechos e intereses de todas las personas que habitan el país.”, indicaron en la defensoría-
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