La pandemia dificultó la detección temprana del autismo, según un nuevo estudio de la organización sin fines de lucro.
David Rodríguez Fuentes II redaccion@cronica.cr
La investigación, publicada hoy, encontró que el diagnóstico de autismo se ha vuelto más frecuente en los últimos años, pero que la pandemia ha hecho que sea más difícil detectar los signos tempranos de la afección.
Según el estudio, muchos padres han evitado llevar a sus hijos a las visitas médicas regulares durante la pandemia, lo que ha retrasado la detección temprana del autismo. Además, la pandemia ha afectado a los servicios de atención médica en general, lo que ha llevado a una menor disponibilidad de profesionales de la salud y a largas listas de espera para las evaluaciones de autismo.
El autismo es una afección neurológica que afecta el desarrollo del cerebro y puede dificultar la comunicación y la interacción social. Se estima que afecta a uno de cada 54 niños en los Estados Unidos.
Los expertos advierten que la detección temprana y el tratamiento del autismo son cruciales para mejorar los resultados a largo plazo para los niños afectados. Por lo tanto, es importante que los padres estén atentos a los signos tempranos del autismo, como la falta de contacto visual, la falta de respuesta a los estímulos sensoriales y la falta de interacción social.
Aunque la pandemia ha creado desafíos para la detección temprana del autismo, los expertos creen que es posible superar estos obstáculos con el tiempo y con la ayuda de servicios de atención médica bien equipados y capacitados. Sin embargo, instan a los padres a no esperar y buscar ayuda médica si sospechan que su hijo podría estar experimentando signos de autismo.
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